Cómo Enmascarar Transparentes Usando el Aerógrafo


Por Ricardo Rodriguez
 
A menudo una sesión de experimentación conduce a otra y en ocasiones, a descubrir algo inesperado que resulta útil. Y muy rara vez se descubre algo que además de proporcionar un conocimiento práctico, nos ahorra trabajo y/o dinero.

Pero lo que es raro de veras es descubrir algo bueno que encima parezca nuevo. Lo de hablar de novedades aparentes es porque estoy seguro de que está todo descubierto y probablemente divulgado, pero como evito revistas y foros ya que casi todos los artículos me aburren profundamente, no me entero de muchas innovaciones. Yo me duermo leyendo mis artículos. Se me desencaja la mandíbula a fuerza de bostezar.

Así que perdonad si esto no os parece ni nuevo ni útil. Yo no puedo estar más contento del resultado sea una idea nueva o no, porque no se la he visto usar a nadie.

Y ahora al grano. ¿De qué trata esto de aerografiar enmascaramientos, hacer mascarillas con aerógrafo o aeroenmascarar? Pues trata de pintar con aerógrafo los transparentes de los aviones prescindiendo de las mascarillas precortadas.

Pues vaya novedad. Ya se hacía antes de que aparecieran marcas comerciales con sus adhesivos recortados a medida, para casi cada modelo de cualquier escala de las principales marcas de maquetas. Se enmascaraban los contornos poco a poco y se rellenaba con maskol, o se calcaba el contorno para recortar después el papel adhesivo.
El problema está en que es un proceso tedioso o muy difícil en el caso de vacuformes. Especialmente a escalas pequeñas o en aviones con múltiples piezas transparentes llenas de montantes de refuerzo. Y por eso nos aficionamos a comprar las mascarillas precortadas, que desde que se fabrican con papel tipo kabuki, funcionan de maravilla.

Tal vez sea cosa mía, pero cada vez me irrita más el precio de esas hojas de mascarillas. El papel no es nada especial. La cinta Tamiya es igual. También se puede comprar en folios de papel adhesivo con respaldo. Y es muy barata. Lo que se paga es el corte.
Pues en ocasiones no se pueden pagar precios desorbitados por el trabajo de un plotter de corte, o peor aún, no hay nada por lo que pagar. Porque no todas las maquetas están en los catálogos de los fabricantes de mascarillas. Modelos antiguos o marcas minoritarias, casi nunca.

Veamos cómo pintar transparentes de una forma que no es la acostumbrada.
Parto de varios transparentes de un B-17 a 1/72 que utilizo para pruebas de pintura. Tienen bastantes montantes y son piezas muy pequeñas.
Me limito a lavarlas para que no tengan grasas. Para hacer pruebas no es necesario pulirlas, aunque si fueran para un modelo, éstas en concreto lo agradecería




  
 Ahora un material muy recomendable: la cinta fina de enmascarar. Es decir, bobinas de cinta de enmascarar pero muy estrecha. Las más conocidas son las Aizu. No tienen muchas medidas, pero normalmente con las que hay se puede uno apañar.
Están bien de precio y son muy útiles para multitud de trabajos de enmascaramiento.
Una ventaja de usar cinta fina es que es más fácil hacer líneas o bordes curvos. Es más flexible.
Por eso mucha gente ya las usa.
Algo muy recomendable es guardarlas siempre en una bolsita hermética para exponerlas lo mínimo a la suciedad de la mesa de trabajo. Hay que evitar que se le adhiera polvo a los bordes.

Claro que no es indispensable. Antes ya se hacían tiras de cinta de enmascarar colocando cinta gruesa sobre un cristal o una base de corte y usando regla y cuchilla. A veces es lo mejor para conseguir un grosor determinado. La cinta fina es sólo una forma de ahorrarnos un paso. 




 Pues de lo que se trata es de enmascarar los montantes y los contornos. Todo lo que no queramos transparente, y la cinta fina de papel de enmascarar es la herramienta perfecta para esos refuerzos y contornos. Es enmascarar de forma invertida a lo acostumbrado.

La ventaja está, como siempre habréis pensado, en que es muchísimo más fácil y rápido tapar con cinta los propios montantes que sus contornos.
Con los montantes no tienes que preocuparte de los extremos. Lo que sobre más allá del borde de la pieza no molesta. No hay que calcular longitudes ni hacer arriesgados cortes sobre la pieza. Es muy fácil. 


 En los dos últimos artículos examinaba el comportamiento de las pinturas AKAN. En los esmaltes descubría una sorprendente debilidad ante el alcohol de la pintura ya seca. Yo probé con alcohol isopropílico, que considero menos agresivo como disolvente que el etílico y el metílico.

Las debilidades hay que conocerlas para actuar en consecuencia. Pero una debilidad también puede ser una peculiaridad a la que se le puede sacar partido. Utilizando el material en otro cometido la debilidad se convierte en fortaleza.

A continuación aerografié las piezas con uno de esos esmaltes AKAN débiles. Diluido con Gaianotes T-07 ya que en las pruebas determiné que los lacquer thinners eran los diluyentes idóneos para estas pinturas. Y los lacquers no afectan en nada al poliestireno transparente. 


 Tras el secado de la pintura AKAN, retiré las mascarillas.
Elegí un color amarillo para representar mejor el concepto de que la pintura es la mascarilla.
También elegí un esmalte mate porque siempre me ha parecido que las pinturas mates se quiebran mejor cuando se retiran mascarillas adhesivas.

Toda capa de pintura forma una lámina que recubre la superficie adhiriéndose más o menos a ella. Pero también cada molécula de pintura está unida a las que tiene alrededor como en una red. Al retirar una mascarilla adhesiva sobre la que se ha pintado, buscamos retirar con ella la parte de la pintura que cubre el papel, no el resto. El problema está en que la pintura que está sobre el borde de la mascarilla tirará de la que tiene cerca, arrastrándola a veces.

Eso produce bordes dentados, irregulares muchas veces. Siempre me ha parecido sensato planificar en consecuencia la pintura de transparentes protegidos con mascarillas comerciales. Reducir la resistencia de la lámina de pintura aerografiando la capa más fina posible. Utilizar pinturas cuyas capas fueran poco elásticas. Creo que las mejores pinturas para conseguir buenos bordes al levantar las mascarillas son los esmaltes, especialmente los mates, seguidos de las lacas acrílicas diluidas con alcohol y las lacas. Las peores son las acrílicas, con las que la lámina de pintura se puede levantar toda ya que tiene más cohesión interna que con la base de plástico.

Por lo tanto, los bordes que obtenemos así no son en absoluto diferentes de los que obtendríamos con la misma pintura y mascarillas comerciales. 

 Después añadí recortes que sobraron del trabajo de enmascaramiento para proteger partes de la pintura AKAN. Se puede aprovechar aquí para rectificar algún borde que haya salido irregular con un trocito de cinta. 


 Pinté dos piezas con representantes de familias de pinturas que comparten una alta resistencia al alcohol isopropílico: lacas y esmaltes (no AKAN). 


Tras retirar los trocitos de cinta, sumergí la pieza pintada con laca en diluyente X-20A de Tamiya. La verdad es que he descubierto que mi alcohol isopropílico está muy concentrado y no sólo atacaba con saña las pinturas AKAN, sino casi todas.
En lugar de buscar una dilución ajustada de isopropílico decidí utilizar como estándar el X-20A que ya está diluido. Y funcionó.

Frotando con un pincel suave, la pintura AKAN se disolvió, disgregando la laca MrColor que había aplicado encima. Los parches de pintura AKAN protegida de la laca sirven de puerta de entrada al alcohol. Descubrí que no son imprescindibles ya que el alcohol atraviesa la laca, pero aceleran mucho su acción.  


En el caso del esmalte de Humbrol cometí el error de precipitarme. Sólo esperé 18 horas cuando para este tipo de pintura el curado puede ser de 48 horas. Por eso y porque el esmalte es menos resistente al alcohol isopropílico, la pintura de Humbrol sufrió más desperfecto que la laca durante el proceso de disolución de la mascarilla. 


 Bueno, yo nunca he pintado un transparente con mascarillas adhesivas comerciales que me dejara enteramente satisfecho tras retirar los adhesivos. Siempre hay algún borde que retocar o que se puede mejorar a pincel.
Así que para mí, con o sin mascarillas de ayuda, pintar montantes y bordes de transparentes es algo que al final siempre se define con retoques a pincel fino y a pulso.

Como las lacas no son aplicables a pincel es conveniente contar con colores o mezclas de acrílicos iguales a las lacas con las que trabajemos, por si hay que hacer algún trabajito o reparación a pincel.

En el caso de errar con el pincel, la pintura acrílica seca se puede retirar fácilmente del plástico transparente raspándola con un palillo húmedo, sin dejar huella.

Si lo que queremos retirar es laca, un bastoncillo de retoque humedecido con lacquer thinner lo hará a la perfección. 


 En el caso de la pieza pintada con Humbrol, el retoque se puede hacer con la misma pintura, ya que los esmaltes son muy adecuados para el trabajo a pincel.

Analizando el resultado final, no encuentro ninguna diferencia con lo que yo hubiera conseguido con unas mascarillas tradicionales. De haberlas tenido, claro que las habría usado. Pero no tenerlas o no querer pagarlas de repente ya no es un escollo a la hora de plantearme hacer una maqueta.

La preparación es la misma. La colocación del papel enmascarador apenas da más trabajo: hay que cortar los trocitos, pero la colocación precisa es mucho más relajada. La pintura se hace igual. Los retoques siempre hacen falta. La retirada del enmascaramiento es muy diferente. Diluir y limpiar es algo más rápido que levantar con cuidado cada segmento de mascarilla.

La diferencia es el paso intermedio de la pintura con AKAN, trabajo que no tiene ninguna dificultad ya que no es más que cubrir con una capa fina y uniforme.

Por fin parece que el estudio sistemático del comportamiento de diferentes pinturas y disolventes, y de su interacción mutua y con el plástico, produce beneficios. 


 No iba a terminar la prueba sólo con los esmaltes AKAN. El descubrimiento que más me ha sorprendido en relación con la pintura en los últimos años ha sido la llamada Técnica de la Laca. No tanto por sus resultados como por descubrir la permeabilidad de las pinturas.

Que la técnica de la laca funcione quiere decir que un disolvente orgánico como el agua atraviesa rápidamente una capa seca de Humbrol o Tamiya, para llegar a lo que hay debajo como si la pintura fuera una esponja. Eso es algo que antes yo no concebía. Las técnicas de desconchado con agua son ataques a la pintura desde la retaguardia.
Yo antes sólo pensaba en las interacciones entre pinturas y disolventes como algo que afectaba a la superficie expuesta.

Así que decidí probar también el enmascarado con los productos que se utilizan para hacer desconchones.
Primero traté de utilizar un producto comercial de una conocida marca cuya imagen se asocia con un rifle de asalto. Pero resultó ser un producto muy difícil de aerografiar. Denso y con una enorme tensión superficial, se aerografía muy mal sobre una superficie lisa como el plástico transparente, incluso diluido con alcohol isopropílico. Para desconchar funciona muy bien, pero no para enmascarar.

Después utilicé el producto original de esta técnica. Laca para el pelo.
Rocié el producto dentro de un frasco de cristal para que liberase el gas varios minutos antes de pasarlo al aerógrafo.
Este producto se aerografía de maravilla sobre el plástico, cubriendo perfectamente y secando muy deprisa. Apliqué bastantes pasadas para que la capa tuviera cuerpo. 


Desde luego es muy difícil ver el producto porque es transparente.
Al retirar la cinta de enmascarar, algunos bordes de la película de laca se levantaron un poquito. Tenía el aspecto de una finísima lámina de plástico adherida a la pieza. Los bordes salieron regular. Presionando, la película se adhiere de nuevo a la pieza.


 
Bueno, la idea de tratar de repetir la técnica con laca de pelo es ampliar el espectro de pinturas que se pueden emplear. Puesto que el esmalte AKAN hay que diluirlo con alcohol isopropílico, sólo se puede pintar con lacas y esmaltes.

La laca para el pelo se diluye con agua, que no afecta a ninguna pintura para modelismo.
Pero haciendo experimentos de desconchado, me quedé con la impresión de que las pinturas que mejor funcionaban eran los esmaltes de Humbrol y las lacas acrílicas diluidas en alcohol.

Las lacas nunca me han funcionado. Con o sin laca para el pelo, ellas se fijan al plástico. Cosa del diluyente.

Los acrílicos se me desprenden en grandes pedazos, lo cual no me inspira confianza cuando lo que busco es que se levante sólo la pintura que está sobre el producto, para conseguir un borde nítido. Tal vez funcione y lo probaré más adelante.

Aquí utilicé Tamiya diluida con Gaianotes T-02, aplicada en una capa lo más fina posible para conseguir que cubra, como siempre en caso de tener enmascaramientos, pero además para facilitar el paso del agua.
En todo caso también añadí unos parches de cinta.


Por desgracia tardé varias horas en emprender el decapado. Con esta técnica siempre se dice que además de aplicar capas gruesas de laca y finas de pintura, es fundamental no demorar el trabajo de desconchado.

El agua no es tan rápida como el alcohol y aunque las zonas que bordeaban los parches de cinta se desprendieron fácilmente, el resto requirió de la ayuda de un palillo. La pintura de Tamiya se desprende muy bien del plástico transparente, sólo que un poco más fácil si está sobre la laca. Con cuidado se puede hacer. 



Y aquí está el resultado después de los retoques a pincel, utilizando Vallejo. Los acrílicos Vallejo son muchísimo mejores a pincel que la pintura de Tamiya, aunque para pequeños retoques ésta última también es válida.

Igual que con el método anterior, el resultado es equiparable al de las mascarillas comerciales. El procedimiento es el mismo, pero requiere algo más de cuidado y atención. Además creo que aún está lleno de incógnitas y riesgos. Cuestión de probar más con lacas y otros productos comerciales específicos para hacer desconchones. 



 Pues esto ha sido el experimento de esta semana. Un intento de encontrar una aplicación práctica al hecho de que determinados productos que pueden hacer de barrera contra algunos tipos de pintura, se disuelven con diluyentes concretos que no afectan demasiado a ciertos tipos de pintura ni al plástico transparente.

Si habéis entendido el concepto, estupendo porque podéis ayudar a desarrollarlo. Si no, al menos lo importante es que el método esté claro y lo podáis seguir. Para eso nada mejor que una tabla de pasos: 




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